Nutrición- La nutrición es importante en la prevención y el tratamiento de las úlceras. Una dieta rica en proteínas con cantidad suficiente de calorías, vitaminas y minerales puede mantener el estado normal de los tejidos y favorecer la curación.
Posición- Hay que cambiar la posición del usuario con frecuencia para aliviar la presión sobre los capilares superficiales y permitir que los tejidos compensen la isquemia temporal. Cambiar la posición del usuario cada 1 o 2 horas contribuirá a minimizar la formación de úlceras por presión.
Humedad- No exponer la piel del usuario a la humedad o a una temperatura elevada. La incontinencia, la diaforesis y el drenaje de las heridas son factores que favorecen la maceración de las capas superficiales de la piel. Un lavado y secado completos contribuirán a mantener la integridad de la piel.
Ropa de cama- Inspeccionar con frecuencia la ropa de cama para asegurarse de que está limpia, seca y sin arrugas. La ropa de cama que forma arrugas puede crear una presión contra las cpas de la piel.
Tratamiento- El tratamiento que hay que preescribir para la úlcera por presión puede variar según la extensión de la úlcera y las enfermedades subyacentes del usuario. Eliminar cualquier cosa que pueda aumentar la lesión por isquemia.
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